Cuando un venezolano habla de su comida, no habla desde el conocimiento específico de los sabores, maridaje o paladar gourmet, habla desde sus emociones, lo que siente al recordar cada momento de felicidad familiar y cariño vivido al rededor de una mesa o compartiendo un plato… De eso “habla” el venezolano.
Sintiendo lo que sentimos por nuestros platos y sabiendo que los nuestros son sabores únicos, podríamos preguntarnos: Por qué nuestra cocina no está entre las grandes del globo? Por qué no es igual de famosa una tortilla de sucrense de cazón que una tortilla de patatas española? Creo que una de las razones es que nosotros mismos no conocemos el valor gastronómico de lo que comemos. En nuestro paladar un asado negro es tradición, es cocina de casa pero, no lo suficientemente valorado como para encontrarse en la carta de cualquier restaurante de altura.
Afortunadamente la nueva generación de cocineros no piensa así, una vez mas se rompen los clásicos paradigmas y ahora, la cocina de tradición con sabor de hogar empieza a tomar la importancia que debe tener. La comida de países que representan instituciones gastronómicas en el mundo, se dio a conocer gracias a los representantes de sus cocinas y a la belleza sublime con la que ellos tornearon los paladares de quienes la degustaban; conscientes de que en las manos de los cocineros esta el poder de brindar a sus comensales nuevas experiencias, y gracias a la gran fama que ha tomado la profesión de cocina en el mundo ¡este es el momento! Ahora mismo existe una gran cantidad de escuelas e institutos formando a personas apasionadas por la cocina y convirtiéndolas en conocedores de técnicas clásicas y de inventos modernos que llenan las mesas de vanguardia; Venezuela no está ajena a ese acontecimiento, por eso es que creo que tenemos todas las herramientas necesarias para hacer que nuestra gastronomía crezca y se conozco en los 5 continentes.
Partiendo desde la nueva realidad, que es que ya no somos cocineros inexpertos sino personas instruidas en las técnicas culinarias y sabiendo que la cocina venezolana que tenemos entre manos es de altísima calidad debemos CONTAGIAR al mundo entero y llenarlo de sabor.
Como comentaba, en este punto histórico y con la cantidad de paladares expectantes se podría hacer cocina venezolana pensada como gourmet. Las condiciones que están dadas y debemos aprovechar son:
• Existen cocineros venezolanos bien formados en conocimientos culinarios.
• El mundo se ha globalizado y la gente cada vez tiene menos miedo a los sabores que desconoce.
• El momento de aceptación, fama y reconocimiento que viven los cocineros es el mejor en de la historia.
Tener buena disposición y atreverse a intentarlo es lo que hace falta, claro está, hay que cumplir normas nacionales e internacionales de manipulación de alimentos, importación y exportación y controles sanitarios de distinta índole, pero como se dice en mi casa “tocar la puerta no es entrar”, los que conocemos la cocina venezolana y nos enorgullecemos de ella debemos aunar esfuerzos, promocionar, brindar y contar a cada persona que podamos el maravilloso arco iris de sabores que posee El Norte del Sur, como alguna vez llamó Franco de Vita a nuestro Precioso País.
Isabella Cumaná Rodríguez
Instituto Culinario de Caracas
02 octubre 2007
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Nuestra misión es ser el equipo de cocineros creativos e innovadores que, aprendiendo de la diversidad de nuestros valores y tradiciones, adquiriendo conocimientos, técnicas y experiencias, lograremos alcanzar el éxito y así hacer de la cocina nuestro oficio.
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